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Tal como ocurre con el tarot de Marsella, existen diferentes versiones del tarot gitano, muchas de las cuales varían dependiendo de su país de origen.
La baraja más utilizada es la de Suzanne Kipper, que tiene 36 figuras y proviene de Alemania. Sin embargo, se cree que el mazo original es el italiano, conocido como “Las Sibille”, de 52 láminas.
Por otro lado, existe una versión francesa muy reconocida, de 36 cartas, denominada Petit Lenormand, en homenaje a una cartomante de gran renombre durante el período napoleónico.
Y también una versión rusa, atribuida a Svetlana Alexandrovna Touchkoff, de 25 láminas.
Por lo general, todas las barajas gitanas se distinguen por tener grandes ilustraciones, con mucho colorido y detalle. Sus figuras representan escenas de la vida cotidiana, personajes estereotipados, espacios exteriores, animales y sentimientos.
En algunos casos, a las lecturas con estas cartas se suma un mazo tradicional, en el que los palos de oros, bastos, espadas y copas son reemplazados por cuchillos, monedas, música y recipientes, que simbolizan a las cuatro tribus gitanas.
Origen del tarot gitano
Los gitanos son un pueblo famoso por sus dotes para la adivinación y la clarividencia. Entre sus rasgos característicos se destacan el amor por la familia, el respeto por la muerte, la devoción religiosa y el gusto por las artes y la música.
Se estima que los gitanos tienen un origen indiano. Sin embargo, la palabra que los denomina deriva del término egiptano, que data del siglo XV, cuando se creía que descendían de los egipcios.
Los que popularizaron la baraja de tarot fueron las etnias provenientes del centro y este de Europa, conocidas como zíngaros, quienes, por ser nómadas, la llevaron primero a Italia, luego a Francia y de ahí al resto del continente.
Sus naipes suelen estar cubiertos por una seda de color negro, para evitar la intromisión de energías negativas.
Tarot gitano italiano
Para la gran mayoría de los investigadores, la versión italiana es la baraja original del tarot gitano. Se trata de un mazo de 52 cartas, conocida como “Las Sibille”, en homenaje al personaje de la mitología griega y romana que profetizaba el futuro.
Sus figuras son: los celos, el amante, el amor, el comerciante, el consuelo, el delirio, el disgusto, el doctor, el enemigo, el enfermo, el gran señor, el ladrón, el mayordomo, el mensajero, el militar, el niño, el orgullo, el sacerdote, el viajero, el viudo, el hombre de letras, la alegría, la alegría del corazón, la amante, la amiga, la carta, la casa, la constancia, la conversación, la criada, la desgracia, la dulce espera, la enemiga, la esperanza, la falsedad, la felicidad, la fidelidad, la habitación, la melancolía, la muchacha, la muerte, la mujer casada, la prisión, la reunión, la riqueza, la sorpresa, la suerte, la vieja dama, los negocios, el nupcial, los pensamientos y el suspiro.
Tarot gitano francés
Las cartas del tarot gitano francés llevan el nombre de Marie Anne Lenormand (1772–1843), una cartomante que durante más de 40 años asesoró a Napoleón, su esposa Josefina, el Zar Alejandro I, Jean Paul Marat, Maximilien Robespierre y Louis de Saint-Just, entre otros personajes ilustres.
Se trata de una baraja de 36 figuras, donde abundan los animales, los espacios exteriores y algunos personajes específicos.
Ellas son: el jinete, el trébol, el barco, la casa, el árbol, las nubes, la serpiente, el ataúd, las flores, la guadaña, el látigo, las lechuzas, la niña, el zorro, el oso, la estrella, la cigüeña, el perro, la torre, el parque, la montaña, el camino, los ratones, el corazón, el anillo, el libro, la carta, el caballero, la dama, el lirio, el sol, la luna, la llave, los peces, el ancla y la cruz.
Tarot gitano ruso
También existe una versión rusa del tarot gitano, de la autora Svetlana Alexandrovna Touchkoff, basada en las enseñanzas de este pueblo en ese país en el siglo XIX.
Esta baraja consta de 25 láminas, las cuales forman una especie de rompecabezas de 50 figuras, con 4 posiciones en cada costado, que se van complementando a medida que van saliendo las cartas.
Ellas son: el caballero, el trébol, el barco, la casa, la leña, la manzana, la serpiente, el coche fúnebre, el ramo de flores, la guadaña, las ramas, los pájaros, el niño, el zorro, el oso, las estrellas, la garza, el perro, el castillo, el bosque, las montañas, la carretera, los ratones, el corazón, el anillo, el libro, la carta, la herradura, el dinero, los lirios, el sol, la luna, el pez, el búho, el ancla, el apretón de manos, el ángel, la dama, el caballo, el nudo, el gato, la balanza, el cangrejo, el fuego, el cerdo, el puente, los demonios, el gallo, el puñal y el pan.
Tarot gitano alemán
Por último, el que tal vez sea el tarot gitano más utilizado es de origen alemán y se conoce como cartas Kipper en honor a su creadora.
Se trata de una baraja de 36 figuras, en las que aparecen diferentes personajes y situaciones de interior que marcan una atmósfera más intimista.
Ellas son: la persona principal masculina, la persona principal femenina, el matrimonio, el encuentro, el buen hombre, la buena mujer, la carta agradable, el cambio, el viaje, ganar mucho dinero, la chica rica, el hombre bueno y rico, buen final en el amor, un regalo, el niño pequeño, la casa, sala de estar, honores, gran fortuna, dinero inesperado, la esperanza, el océano, la persona falsa, la noticia triste, el robo, la prisión, la enfermedad, penas y disgustos, tristes pensamientos, el trabajo, sus pensamientos, la muerte, el militar, el juicio, el juez y el largo camino.
De todos modos, sea cual sea la baraja que utilices, todas te permitirán conocer lo que te depara el destino y te ayudarán a estar mejor preparado para enfrentarlo.
