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Dentro del universo de las cartas astrales, una de las más interesantes es la derivada de la antigua cultura maya, la cual nos marca la energía con la que vibramos en el momento de nuestro nacimiento y cómo eso influye en nuestra vida.
Los mayas eran una civilización mesoamericana que, durante 18 siglos, vivió y se desarrolló en Guatemala y el sureste de México.
Entre otros aspectos, este pueblo se destacó por su escritura jeroglífica, su arte y su arquitectura, pero también por sus sistemas de numeración, su conocimiento astrológico y su protección del medio ambiente.
Ellos le daban al tiempo un lugar central en sus vidas y crearon un calendario muy sofisticado en el que registraron con gran precisión los ciclos lunares y solares, los eclipses y los movimientos de los planetas.
Para ello medían tres tiempos diferentes que se entrelazaban: 1) El “Tzolkin”, de 260 días, que usaban para coordinar sus ceremonias, determinar las fechas de nacimiento y realizar profecías; 2) El “Haab”; y 3) la rueda calendárica de 52 años.
A su vez, el calendario maya estaba basado en un ciclo de la luna de 28 días, que a lo largo del año completaba 13 giros alrededor de la Tierra, dando un total de 364 días, al que se sumaba un día fuera de tiempo, el 25 de julio, que era un momento de paz y sincronía.
Uso de la carta astral maya
La elaboración de la carta astral maya se fundamenta en la medición del tiempo a través de el “Tzolkin”, una palabra que significa “la cuenta ordenada de los días”.
Por este medio, es posible comprender nuestra propia configuración y estructura energética en base al momento de nuestro nacimiento, al entender la vida como una sucesión de ciclos que se repiten.
En esta carta astral se estudian y se analizan las distintas experiencias por las que debe pasar un ser humano durante su paso por la tierra y cuál es la misión que cada uno tiene que llevar a cabo.
Con ese conocimiento, se busca desarrollar determinadas habilidades innatas que nos permitan atravesar los desafíos y obstáculos que se nos presenten, para que podamos cumplir aquello para lo que estamos predestinados.
De acuerdo con los mayas, fortaleciendo nuestras propias destrezas será posible alcanzar las metas que nos planteemos.
Significado de los 20 sellos de la carta astral maya
La carta astral maya se representa a través de 20 sellos o frecuencias de energía, de los cuales a cada persona le corresponde uno de acuerdo a su fecha de nacimiento. Los mismos permiten conectarnos con nuestro ser superior y sincronizarnos con la naturaleza.
Aquí te los presentamos:
- El Dragón: da nacimiento a las cosas y las nutre. Son personas con mucha energía. Su color es el rojo y está asociado a la iniciación, la vitalidad y la fuerza.
- El Viento: mueve y comunica el sentido espiritual de las cosas. Son grandes comunicadores y dominan la oratoria. Su color es el blanco y está asociado al aprendizaje y la transmisión de conocimientos.
- La Noche: deja que penetre el sentido en la psiquis a través del sueño. Son personas imaginativas y mágicas. Su color es el azul y está asociado a la transformación y la abundancia.
- La Semilla: ayuda a florecer lo material. Son personas precisas y equilibradas con la naturaleza. Su color es el amarillo y está asociado con la madurez.
- La Serpiente: mantiene la fuerza vital de la sobrevivencia. Tienen una conexión especial con los sentidos y los campos de energía. Su color es el rojo y está asociado con la fuerza vital.
- El Enlazador de Mundos: trasciende la muerte y contacta otras dimensiones. Son excelentes líderes. Su color es el blanco y está asociado con la liberación de las cosas materiales.
- La Mano: misión de curar. Son sanadores naturales, ya sea a través de su trabajo como utilizando la palabra. Su color es el azul y está asociado con cambios.
- La Estrella: embellece todo en la vida. Son originales y se destacan en actividades artísticas. Su color es el amarillo y está asociado con la luz.
- La Luna: experimenta el amor. Son sensibles y cariñosos. Su color es el rojo y está asociado con la purificación y la limpieza.
- El Perro: lealtad. Son personas a las que les gusta andar en grupo y se juegan la vida por él. Su color es el blanco y está asociado con el compañerismo, la protección y la fidelidad.
- El Mono: la magia de la vida. Son divertidos y juguetones. Su color es el azul y está asociado con la espontaneidad y con disfrutar del momento.
- El Humano Eléctrico: libre voluntad. Son buenos maestros y están siempre buscando nuevos conocimientos. Su color es el amarillo y está asociado con el aprendizaje.
- El Caminante del Cielo: explora el espacio. Son aventureros y viajantes. Su color es el rojo y está asociado con la liberación.
- El Mago: cambia la percepción del tiempo. Son personas muy carismáticas que viven el presente. Su color es el blanco y está asociado con los buenos consejos.
- El Águila: ve todo. Son personas independientes, mentales y abiertas a las nuevas ideas. Su color es el azul y está asociado a la creación de conciencia planetaria.
- El Guerrero: cuestiona todo sin miedo. No se quedan callados y no aceptan imposiciones. Viven la vida al máximo. Su color es el amarillo y está asociado con la armonización.
- La Tierra: navega en sincronía con la evolución. Son personas muy activas y con conciencia planetaria. Su color es el rojo y está asociado con el universo.
- El Espejo: reflexión de la transparencia en todas las relaciones. Son frontales, misteriosos y difíciles de analizar. Su color es el blanco y está asociado con el arte de reflejar la luz.
- La Tormenta: transformación. Son revolucionarios y están llenos de energía. Su color es el azul y está asociado con los cambios y el crecimiento espiritual.
- El Sol: ilumina todo. Son personas íntegras, compasivas y llenas de luz. Su color es el amarillo y está asociado con la transmisión de sabiduría.
Si quieres conocer a qué sello de la carta astral maya perteneces, ingresa tu fecha de nacimiento aquí.